Amparo Latre - 23 septiembre 2024
“Vacaciones en Familia” no deja de crecer. Hemos sido más de doscientas personas, treinta y cinco familias, las que nos hemos sumado a esta propuesta durante una semana del mes de agosto. Por segundo año, hemos podido disfrutar del entorno del Monasterio de la Santa Espina de Valladolid, de su historia y de sus instalaciones.
El simple hecho de caminar por el claustro o celebrar la Eucaristía en la Iglesia del monasterio cada día, ya ha sido un auténtico regalo. Aunque después de estos días, uno se lleva a casa un buen ramillete de ellos.
En “Vacaciones en Familia”, durante una semana (en este caso ha sido del 19 al 24 de agosto), adultos, niños y jóvenes, acompañados por sacerdotes y consagradas del Regnum Christi, tenemos la posibilidad de disfrutar de una combinación de actividades de formación, lúdicas, litúrgicas y de ocio, que permitan a los participantes celebrar la fe, convivir con amigos y dar testimonio de la belleza de la familia.
Este año el hilo conductor de toda la semana ha sido “Los carismas del Espíritu Santo”.
La jornada comenzaba con una breve meditación y la celebración de la Eucaristía. A continuación, atendiendo a las distintas edades y gracias a la ayuda de los sacerdotes y las consagradas, todos disfrutábamos de un rato de formación. El resto de la jornada transcurría entre ratos de piscina, gincanas, talleres…
En “Vacaciones en Familia” siempre hay un día en el que juntos hacemos una excursión. En este caso fue a la localidad de Toro (Zamora), donde pudimos visitar la colegiata y conocer algunos rincones de la villa.
La música es un elemento muy importante en este grupo, no solo para disfrute de quienes participamos en esta propuesta de verano, sino también como instrumento puesto al servicio de la nueva evangelización.
Por eso, una de las noches, en Toro, con la colegiata como núcleo, se preparó un “solnight”, una velada misionera en la que niños, jóvenes y mayores anunciamos el evangelio a las personas con las que nos encontrábamos en la calle. Mientras tanto, el grupo de jóvenes preparó un concierto en la Plaza del Ayuntamiento con un repertorio religioso, que no dejó indiferentes a quienes paseaban por la zona o cenaban en las terrazas cercanas. Una experiencia de comunidad y de anuncio del evangelio que disfrutamos mucho.
Entre el lunes y el sábado, hay diferentes momentos especiales, pero sin duda la adoración por familias es otro de esos tiempos que deja huella en el corazón de quienes hemos compartido un año más esta experiencia.
“Vacaciones en Familia” es una semana intensa de muchos momentos significativos. Pero lo más relevante es lo que sucede después, cuando todos volvemos a casa y a la rutina y comprobamos que algo ha pasado; que hay una nueva huella en el mapa familiar y algo nos lleva a echar un vistazo al whatsapp de grupo, para averiguar cuándo podemos volver a vernos.