Dos breves reflexiones acerca de la misión y los últimos acontecimientos vividos en España

¿Quién de nosotros puede así, a simple vista, reconocer quien es y quien no es la buena tierra de la que habla la parábola para decidir donde echar la semilla?.

Es fácil juzgar las apariencias y dejarse llevar por el “seguro que este no” o por el “seguro que este si”.

 

El Señor no pidió a Pedro que, como especialista en pesca, evaluara la conveniencia de lanzar las redes a izquierda o derecha, sino que tan solo le dijo que “las echase al otro lado”, esto es, hacia donde a Pedro ni siquiera se había imaginado.

 

En las misiones y en nuestra vida cotidiana, pues la vida es misión, puede ocurrirnos lo mismo, tenemos la certeza de que… , sabemos que en el pueblo tal…, y seguramente con nuestro criterio no vamos a acertar. Así que lo más sabio será tener el oído abierto y la semilla preparada para lanzarla donde el Señor quiera, ya nos lo pondrá Él delante.

 

A todos nos han preocupado las noticias del asalto al colegio salesiano en Extremadura y de la proliferación de l blasfemia en nuestra España, pero el señor dijo a Santa Faustina que le dolía más el desafecto de las almas escogidas que las maldades de los alejados. Al Señor le duele más que cada uno de nosotros pase por delante de un sagrario y ni se nos pase por la cabeza hacerle una visita o un pensamiento de amor que todas las blasfemias y asaltos que otros puedan cometer.

 

En conclusión, creo que será mejor dar la vuelta a nuestras preocupaciones: no te preocupes por lo mal que lo hacen los demás, mejor preocúpate por lo mal que lo haces tu…. ¡Mejor aun!: ni si quiera te preocupes de lo mal que lo haces tu, sino de lo bien que lo hace el Señor. Que nuestro corazón y nuestro celo misionero descansen en la confianza de que el Señor cumple con su palabra… ¡y a nosotros nos ha dado palabra de Vida!.

 

Germán

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Comentarios: 1
  • #1

    JORGE (lunes, 22 octubre 2012 21:52)

    Germán, la mayoría de los cristianos nos hartamos de decir que el mundo está fatal y no hacemos nada. Efectivamente el Señor quiere nuestro Sí cada día. Del tema de las apariencias el evangelio dice que invitemos a los primeros lugares a los que nadie quiere según los criterios de este mundo. Creo que debemos mirar con los ojos de Cristo.